Blog

No se piensa, se pasa a la acción. La tienda.

No se piensa, se pasa a la acción. La tienda.

¿Qué pesa más en ti: tus deseos de compartir con los demás aquello que crees que puede ayudarles o el pavor a recibir críticas por ello?

Me estalla la cabeza y me duele profundamente el corazón cuando veo personas maravillosas y repletas de talento que:

  • Están en el callejón, es decir, en una situación profesional complicada y de la que quieren salir.
  • Han entrado en su trastienda y han entendido que están repletos de miedos, inseguridades y que su historia está plagada de veces en que los demás les hicieron sentir que no eran suficientes, que no eran buenos o, al menos, ellos lo interpretaron así. Pero que están repletos de cosas buenas, bonitas (y nunca baratas) que saben hacer por y para los demás.
  • Han hecho un exhaustivo trabajo de revisión y orden de sus competencias en el almacén, reconciliándose de nuevo con todo lo que son capaces de hacer. Y con su talento. Que han visto sus logros, sus resultados.
  • Han identificado con claridad su talento y para qué sirve (su propuesta de valor) en el taller y han comenzado a pensar en las personas que se pueden beneficiar de su talento, en los canales a su disposición para gestionar y ya son capaces de darle forma en forma de servicios concretos a clientes o de puestos de trabajo.

Y… ¡oh sorpresa!.. NO PASAN A LA ACCIÓN.

Y, cómo es lógico, no logran conseguir las metas que se han propuesto. Y como es lógico también, su nivel de frustración está más alta que nuestra inflación (y mira que parece imposible superarla…)

Y mi pregunta (y doy por supuesto que la tuya también) es…

Si hemos hecho todo este trabajazo ¿cómo me puedes ahora decir que lo quieres dejar bajo llave?

Yo sé porque es.

Tardé tiempo en pillarlo ¿eh? Las excusas están tan bien elaboradas, son tan sumamente sólidas que no solo engañan a la mente del portador,  si tú como profesional, no estás muy muy avispado logran engañarte a ti. Pero ya no me la dais (mete aquí un efecto risa maliciosa), ya no.

No tiene que ver con tu humildad, ni con que no te guste la venta, ni con que no está bonito eso de airear por ahí lo que haces.

Ni siquiera con esa vertiente pseudoespiritual que te hace creer que lo importante es lo que eres (nadie en su sano juicio pone esto en cuestionamiento) y no lo que haces.

No. No es eso.

Tu ego

Es por tu ego. Y por las defensas terribles que le pones para que nadie venga a pisartelo.

Es por tu ego y por el pavor que te da que te lo hagan añicos.

Porque si enseñas todo lo bonito que tienes para darle al mundo, sí o sí, va a haber alguien que te lo va a pisotear con sus críticas en un intento desesperado de hacerte volver al interior de tu cueva. Y te mueres solo de pensarlo.

Y sin entrar en mayor drama, simplemente porque si pones tu talento en acción para los demás, hay alguien que va a considerar que no se adecua a lo que el necesita y te va a decir que no. Y te mueres solo de pensarlo.

Y tu ego, tu corazón y tu intestino grueso se nos vienen abajo.

Y entonces nos inventamos las mil y una excusas para no abrir la puerta de la tienda y salir de una vez por todas a ofrecerle a las personas que están ahí fuera lo que tú (con toda tu humildad y buena intención) tienes para darles.

No eres más que nadie, no eres menos que nadie. Simplemente eres. Y por el hecho y el privilegio de ser y con toda tu historia estás en disposición de hacer por los demás algo positivo para ellos. Y ellos (y yo) estamos esperando por ti. Y tú ahí, encerrado. Con todo listo y preparado para que brilles como resultado del beneficio que aportas en los demás y no das el paso.

No tienes ningún problema con LinkedIn, ni siquiera con tu comunicación, ni con tu capacidad para explicarle a los demás en qué les puedes ayudar de forma hablada, escrita o a través de señales de humo.

Ese NO es el problema. En esto puedes tener poco conocimiento y poca práctica. Lo entrenas y punto.

Aquí no está el problema (lo repetiré, como ves, las veces que sean necesarias). He perdido la cuenta de cuántas formaciones he impartido sobre estas materias. Todos mis alumnos tienen la capacidad y la habilidad suficientemente entrenada como para poder pasar a la acción, poner la tienda bonita y salir a vender.

¿Quieres saber cuántos realmente lo hacen? Pocos, muy pocos.

¿Tienen algún problema con su tienda? NO. ¿Con todos los pasos previos que hemos visto en su proceso de construcción de su espacio de desarrollo profesional? Algunos sí. Pero una vez que esto está listo, la consecuencia natural es que las personas salgan y con naturalidad ofrezcan lo que tiene al que lo necesiten.

Si en las personas reinará la lógica y el comportamiento predecible, nadie que no haya hecho trabajo de introspección y autoconocimiento estaría en un quiero y no puedo. Unas salen sin problema, hacen lo que tienen que hacer y consiguen (más o menos) sus objetivos y aquí Paz y después Gloria.

Pero otros (muchos) no. Otros se quedan. Se conforman. Y adquieren un tono gris frustáceo. (lo que me gusta a mi usar refranes de señora muy mayor e inventarme palabras no lo sabe nadie)

Lo tienen en su trastienda. En toda la maraña de creencias que tienen en torno a sí mismos, a su historia y, agarráte, en la fobia a recibir la desaprobación de los demás y la forma en la que esto destrozará su capacidad de seguir manteniéndose en pie.

Fobia

Y sí, he utilizado la palabra fobia. Fobia a la exposición social. Resumido en fobia a la valoración negativa que los demás pueden (porque es una hipótesis, ni siquiera es una realidad) hacer de ellos y/o de su trabajo.

¿Sabes cuál es la única forma de superar una fobia?

Acercarte al estímulo fóbico. Y comprobar por ti mismo que no pasa nada. Que era una asociación defectuosa y exagerada que tu mente hizo en un momento de su maravillosa existencia. Esto se estudia en primero de psicología. De lo más básico que puedes empezar a entender cuando te acercas a este campo.

¿Y qué posibilidades hay de superarlo? Te lo explico a mi manera, pa que me entiendas (ADVERTENCIA para psicólogos de piel muy fina y que escriben para sus colegas y no para sus pacientes: tapénse los ojos desde este punto por favor).

  • Por Implosión. Metiéndote de lleno en el asunto. De golpe.

– Ventajas. Si lo haces y ves que no te mueres… ¡tachán! Fobia superada. Como cuando antaño tiraban a los niños a la piscina para que aprendieran a nadar. O la muerte o a flotar. No había más opciones.

– Inconvenientes. Pues eso, que es una burrada. Que hay muchos adultos que no pueden ni ver el agua por este tipo de prácticas.Que el remedio puede ser peor que la enfermedad, vaya… Que le puedes coger más fobia aún porque, efectivamente, todos tus temores se cumplieron: casi te mueres.

  • Por Aproximaciones Sucesivas al estímulo fóbico. Pues eso, poco a poco. Primero un paso y luego otro.

– Ventajas. Ves como tu ansiedad empieza a disminuir cuando te acercas de forma controlada a lo que te da tanto miedo.

– Inconvenientes. No podemos controlar todo. Si te dan miedo los aviones ya te puedo yo haber metido en todos los simuladores que quieras, que si tenemos la mala suerte de que se forma un tormentón en el aire ese bendito día que tú te montas en el avión no podemos hacer mucho.

Es lento. Es cansino porque requiere que seas tú quien pongas de tu voluntad y enorme esfuerzo para hacer justo lo que todo tu cuerpo te está gritando que no hagas. Las posibilidad de que abandones el tratamiento son altísimas.

¿Por qué te cuento todo este movidón psicológico de fobias?

Pa que lo entiendas mejor.

Nadie que tiene fobia a un avión espera a tener ganas de subirse para superarlo. No va a suceder. Lo va a evitar una y otra vez. Una pena porque si quiere viajar y descubir el mundo le está esperando, se lo pierde.

Si tienes fobia a los perros, por mucho que veas videos de perritos en youtube el pavor cuando veas a uno suelto venir en frente de ti va a permanecer. No se te va a quitar.

Si te da pavor la visibilidad de tu propuesta de valor profesional… ¡bingo! No lo vas a hacer. Por más pasta que te gastes en infoproductos que te darán, este sí, la solución definitiva para que factures más de 6 cifras en piloto automático, por más libros que leas (incluido, por desgracia, el mío) y por más que el bueno de Mercurio retrógrado esté conspirando con el Universo para ponerte la suerte de cara.

¿Sospechas ya cómo se te va a quitar? Efectivamente.

Pasando a la acción.

Sin pensar (porque ya hemos pensado todo lo que había que pensar)

Sin ganas (porque no las vas a tener nunca)

Sin pasión (porque puedes tener mucha pasión por conocer Nueva York pero no por montar en avión 7 horas. ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? A veces hay que trabajar en el medio que te llevará a tu deseado fin)

Sin fuerza (porque todo tu cuerpo está trabajando para llevarte en la dirección contraria: en la huida del estímulo fóbico, en la evitación y, en consecuencia, a la devastadora inacción) Más psicología de primer curso.

Sin energía (porque está aparece con los resultados de dar tus pequeños pasos en la dirección que quieres y nunca aparece por arte de magia antes)

No se piensa, se pasa a la acción

En este punto, en el que se atascan un porcentaje altísimo de personas que participan en programas, cursos, lecturas, etc e incluso terapias relacionadas con el desarrollo personal y profesional, NO SE PIENSA. SE PASA A LA ACCIÓN.

¿Qué tengo que hacer?

Me cago. Primero me cago. Pero ya sé porque me está pasando esto. Y ya me han dicho que no se piensa, que se pasa a la acción. Me cago pero…

Pero digo sí y voy.

Digo sí y publico.

Digo sí y voy al evento.

Digo sí y levanto ese teléfono.

Digo sí y abro el blog.

Digo sí y lanzo el podcast.

Digo sí y le doy a enviar a ese correo que lleva siglos en mi bandeja de entrada.

Digo sí y me grabo.

Digo y sí y empiezo la terapia que me permita coger ese avión (ponte aquí la fobia que te está interfiriendo con tu vida, que ya que estamos con el tema así matamos dos pájaros de un tiro)

Digo sí y paso a la acción.

(Me) digo sí y vivo.

Te estamos esperando. No tardes.

 

Para cuando te digas sí, en Pon tu Talento en Acción tienes todo lo que necesitas para poner orden en tu tienda y para comunicar dejando huella. Aquí te dejo algún dibujín, para que tomes consciencia de todo el trabajo que tienes que tener preparado para tener tu tienda tan bonita como tú. Si haces todo el esfuerzo anterior y no tienes un miedo muy paralizante (algo de miedo es normal) lo tendrás ya todo listo para colocar.

No pienses pasa a la acción No pienses pasa a la acción No pienses pasa a la acción

Si necesitas ayuda individual y profesional con la gestión de tu ego, si ya estás cansada de ponerte excusas, si ya has entendido que la única forma de llegar a Nueva York es superar tu miedo a montar en avión y a tus resultados abriendo las puertas de tu comunicación, en los programas individuales en los que tengo la suerte de contar con las mejores profesionales para ayudarte en esto ponemos todo de nosotras para que ayudarte a romper todas esas barreras que te impiden pasar a la acción. Y nos encanta. Creo que a nivel profesional, no hay cosa que me haga disfrutar más que “empujarte” a que pases a la acción y a que compruebes por tu mismo que al final no era para tanto y que, en el fondo, no eres tan importante. Te esperamos. Escríbenos.