Hola, soy Elena Arnaiz y quiero saber qué guardas en tu trastienda
¿Suena raro verdad? Me paso el día entrando en lo que las personas guardan en sus trastiendas. Y no, no soy la Marie Kondo del desarrollo profesional, pero es ahí el lugar en el que se cuece cualquier proceso de cambio.
El lugar (metafórica y psicológicamente hablando) en el que has ido guardando todo lo que eres y al que tanto miedo te da entrar a ahora.
Pocas personas entran por voluntad propia a remover los recovecos de sus trastiendas.
¿Sabes cuándo entran? Mejor dicho, ¿sabes cuándo entramos?
Cuando ya nos parece que hemos llevado suficientes golpes. Cuando decimos… ¡hasta aquí!
Cuando nos sentimos encerrados en un callejón sin salida (recuerda aquí que es nuestro punto de partida) las personas reaccionamos de tres animalísticas y adaptativas formas:
- Parálisis. Bloqueo. Que no hacemos nada, vaya. Nos quedamos parados y esperamos a que pase el chaparrón (¡cuántos profesionales siguen ahí esperando a que ¿pase? la pandemia, a que remonte la economía o aquella crisis que nunca se fue).
¿Y qué hacemos? Nos quedamos. Esperamos y nos ahogamos en nuestra propia energía. Y nos frustramos.
- Al ataque. Si la vida me está molestando allá que van ellos a darle de vuelta. Nos enfadamos con el mundo, solo percibimos injusticia y discriminación con nosotros y el mundo y las personas que lo habitan rezuman hostilidad.
¿Y qué pasa en este panorama? Nuestro nivel de estrés e ira es tan alto que alejamos a nuestras personas bonitas de nuestra vida. Poco a poco y lentamente nos vamos quedando solos. Y nos frustramos.
- Huída. Algo así, como estoy en una situación que no quiero estar, sé que tendría que hacer cierto trabajo de introspección y pensar en una estrategia que marque un plan de acción que me lleve a dónde quiero llegar, pero me da pereza, y miedo.
Y tiro de éxitos pasados, y como me ha ido bien hasta ahora, ¿qué puede pasar ahora? Salgo. Y busco fórmulas rápidas, “7 sencillos pasos para liderar tu vida”, un video de Youtube del motivador de turno, replico la parte visible de lo que otros hacen.. y nada. No nos sirve. Toneladas y toneladas de hiperactividad y huida hacia delante que nos hace quemar nuestra energía y (¿adivinas?) nos frustra.
Y así, en esta situación, empiezas a sospechar que permanecer mucho más tiempo en una situación que no deseas, que sientes que no mereces y en la que no aguantas más no es una buena idea. Y empieza a pensar que hay trabajo.
Pero un buen día me abres la puerta de tu trastienda
Y un buen día tocas fondo, llegas y te sientas delante de mi. Y me cuentas. Me abres la puerta. La puerta que lleva a ti. La de tu “trastienda”. Con miedo, con dudas. Te quedas un buen rato, protegiendo lo que guardas. Tantos años solo para ti, tan entremezclado, tanto vivido encima, tantas veces has ido a recordar y a suplicarte no volver a recordarlo más.. que verme allí contigo se te tiene que hacer muy raro…
Solo te miro. Y asiento. No voy a juzgar nada de lo que nos encontremos ahí dentro, nada de lo que me cuentes será para mi. Pero no te engaño. El camino es díficil, lento, lleno de oscuridad, de incertidumbre y recorrerlo requiere esfuerzo.

Así recreamos el proceso de construcción de tu Espacio de Desarrollo Profesional a su paso por la trastienda en la presentación “nada convencional” del libro (fantasma incluido)
Un espacio solo para ti. Entro con cuidado, casi con veneración. Descubrir cada dolor, cada acontecimiento de esos que se te clavó como una espada en el corazón hasta partírtelo en dos es demasiado íntimo como para que yo lo contamine con mi presencia.
Mucho tiempo sin hablar de ello. A veces, resulta que es la primera vez que te atreves a darle palabras a tus sueños o a tu propósito. Y te sorprendes tú mismo de lo que me (te) acabas de decir en voz alta. Nunca dejará de sorprenderme este hecho. No puedes imaginar la cara que se te pone cuando escuchas lo que tienes dentro después de tanto tiempo.
No tardan mucho en aparecer, tus miedos. De la mano de las excusas. Son los emisarios del amo de este espacio… el ego. Siempre está al acecho, en la sombra, hilando las más finas estrategias para que no lo molestemos, para no cuestionarlo, para que no veamos el miedo que tiene y, sobre todo, para que no descubramos lo único que le (nos) mueve: las ganas de amar y ser amado. ¿Todo ésta lucha y este desgaste para que nadie deje de quererte?
Si hay un lugar de ti que me gusta es, sin duda, tu trastienda. El lugar dónde todo empieza y en el que, si no lo ponemos remedio, por desgracia, a veces… todo acaba.
Algunas preguntas interesantes para que puedas empezar a trabajar ya en tu trastienda
Yo tengo una trastienda enorme, me cuesta horrores gestionarla y que el resto se mantenga en equilibrio. Muchos días de mi vida me los hubiera pasado ahí dentro, aislada del mundo y recreándome en ella. Un buen día, me cansé y dije: ¡orden!
Todo el trabajo de inteligencia emocional está basado en ordenar pensamientos para que te lleven a acciones que te proporcionen beneficios y que, así, el estado emocional sea más favorable para ti. Todo un arte.
Todos tus resultados están basados en las acciones que decides llevar a cabo. Cada día.
Dicho de otra forma, para que consigas bienestar necesitas hacer lo que sabes que tienes que hacer para conseguir esa meta.
Supeditar tus acciones a tu estado de ánimo, a tus ganas, a tu motivación o al tiempo es salir a un callejón más oscuro, más frío y más atemorizante. Y esto nadie te lo dice. Porque no vende. Porque aquí radica la verdadera complejidad y porque aquí es dónde dejan de funcionar las leyes universales y tenemos que centrarnos en ver qué es lo que te activa a la acción, que es lo que te la frena y cuáles son los mejores mecanismos para que conviertas en automático y natural (fácil) lo que un día fue forzado y estratégicamente planificado (díficil)
Cuando entiendes esto y cuando entiendes cómo funcionas tú, has entendido mucho.
Te invito a seguir el recorrido.
Si quieres ir viendo lo que te queda por delante…
Y si quieres ver más de cómo nos metimos (literamente) dentro del libro para que seas capaz de tener una estructura vivida y tangible de qué y cómo se crea un proceso de desarrollo profesional, dale al play aquí debajo. Haré más en todos aquellos sitios a los que sea llamada (entenderé que no sean muchos porque el nivel de frikismo es importante jajajajaja)