Blog

LinkedIn no te va a dar ni trabajo ni clientes ni candidatos. LinkedIn te da personas.

LinkedIn no te va a dar ni trabajo ni clientes ni candidatos. LinkedIn te da personas.

LinkedIn te da personas. Lo que hagas con ellas, sólo depende de ti. De ti y de tu capacidad de comunicación, interacción y empatía. De ti y de tu esencia. Y si lo haces muy bien, con mucho mimo, con mucho cuidado por los detalles, por cómo comunicas, por cómo te presentas, por cómo interacciones y cómo te relacionas… en LinkedIn (y en la vida) te irá bien y los resultados en el plano profesional comenzarán a llegar. Si no… el asunto se complica.

Esta es la conclusión a la que he llegado tras mis reflexiones para escribir estos dos post:

Tenemos que hablar de Linkedin

 Si no te has enganchado a LinkedIn es que aún no sabes utilizarlo

y tras la interpretación y el análisis de los muchos comentarios que han suscitado en redes (millones de gracias porque me habéis llenado de ideas, de puntos de vista alternativos y complementarios y, sobre todo, de inspiración. En fin, todo un lujo sentiros tan cerca)

Así que en LinkedIn sólo puedo aspirar a encontrar personas(“¡Menuda intelectual está hecha esta chica, estará pensando alguno!”)

Prometo que si me sigues leyendo, encontrarás sentido a esta reflexión.

IMG_20150922_230142

Es una red para conocer personas

En mi opinión, las estrategias o los ejemplos de malas prácticas que a diario veo en LinkedIn son fruto casi en exclusividad de personas que no han sido conscientes de que es una red social profesional en la que comunicamos por y para personas. Como en otras tantas ocasiones en nuestra vida, circulamos pensando en nosotros, en nuestra conveniencia y en satisfacer nuestros deseos. Sin importarnos los de los demás, sin ser capaces de ponernos un segundo detrás de la pantalla de su ordenador (lo de los zapatos ya me cansa…), sin entender que cuánto mejor te va ti, mejor me va a mi. Y sin entender, que en esta vida, nosotros solos no somos absolutamente nadie.

Y esta afirmación se aplica a las diferentes personas que conformamos la red. Sean nuestros objetivos buscar empleo, buscar clientes o buscar candidatos para nuestros procesos de selección o los tres a la vez. Que quede muy claro este concepto, LinkedIn no es para profesionales que quieren encontrar su oportunidad laboral. Esa es sólo una de sus muchas funcionalidades.

Entre las personas pertenecientes a cada uno de estos tres grupos he visto grandes ejemplos de “qué no hacer” en LinkedIn. Y para todos nosotros es imprescindible desenvolvernos con éxito en esta aplicación.

Y es que debemos ser muy conscientes de que comunicamos desde el primer minuto en qué nuestro perfil está activo. Desde la primera invitación que realizamos y desde los mensajes directos que enviamos. Comunicamos para muchísimas personas (no somos conscientes de la cantidad potencial) en las publicaciones que compartimos y en los grupos en los que debatimos.

No queremos buscar trabajo ni negocio. Sólo queremos trabajar en ofrecer una buena imagen y un buen contenido de nosotros mismos a nivel profesional para que esto llegue.

Y para que el trabajo, las oportunidades, los clientes lleguen, necesitamos respondernos a estas cuestiones:

Nuestra imagen

¿Prefieres hablar con una cara con mirada franca y sonrisa honesta o, por el contrario, prefieres hablar con unos labios insinuantes que ocupan toda la pantalla, un logo o un paisaje (por bonito que sea el paisaje)?

Nuestra empatía

¿Prefieres alguien que te hace sentir especial o alguien que percibes que te trata como a otra del montón?

¿Prefieres quien se preocupa por saber algo de ti para ver qué podéis tener en común o a quien habla contigo como podría hablar con la farola?

¿Prefieres a alguien que te da la oportunidad de conocerte y de escuchar lo que le tengas que contar que a alguien que te niega medio segundo de su tiempo?

Nuestra asertividad:

¿Prefieres alguien que te pide que inviertas horas de tu tiempo en solucionarle su problema de forma totalmente gratuita o alguien que, al menos, te pregunta si él puede serte de alguna utilidad?

Nuestra campaña de autoventa:

¿Prefieres pasar un rato con alguien que habla constantemente de él y de lo guapísimo que él, su madre y su abuela le ven o alguien que se alegra de tus éxitos y los comparte con generosidad y trata de destacar tus muchos puntos positivos?

¿Prefieres a quien hace buzoneo o a quien se pone en contacto contigo para explicarte por qué su producto puede encajar con tus necesidades específicas?

¿Prefieres quien se dirige a ti para explicarte todo lo bueno que tiene y sin más ni más te suelta su CV, su pdf comercial o su oferta de empleo o a quien fruto de vuestra interacción se interesa por tus necesidades y te ofrece justo aquello que cree que te puede venir bien?

Nuestra comunicación:

¿Prefieres la sencillez, la claridad de ideas, encontrar todo a la primera o eres más de jeroglíficos y gymkanas para acceder a la información?

¿Eres de los que te gusta que te contesten con más o menos inmediatez o ya si eso en 15 días decido si saludarte o no?

Nuestra emoción

¿Prefieres que te sonrían o que te traten con frialdad?

¿Prefieres que se centren en todo lo negativo que te rodea a ti y al mundo o prefieres a las personas que tratan de ver el lado positivo de las cosas y ofrecen soluciones?

¿Prefieres a Calimero y a Pitufo Gruñón en tu vida o eres más de Superman y Asterix?

Nuestra esencia

Aquí no te pregunto porque ya no viene al caso. Al final, sea como sea, necesitas que tu personita atraviese la pantalla. Necesitas llegar, necesitas abrazar con el teclado, comunicar con una fría y venida a menos tableta, suscitar emociones y acciones con tus letras. Necesitas que cuando interactúes conmigo vea una persona. Una persona que siente, que se expresa y que se quiere comunicar (de verás) conmigo.

Necesito ver una persona que quiere decirme algo para que yo le responda. Enviar un CV con un cuerpo de correo muy elaborado no ocasiona respuesta, enviar un folleto de publicidad de formación privada de forma masiva no me llama a la compra (más bien me llama la papelera), enviar un InMail a un candidato que te encaja a la perfección de forma fría, distante y casi “perdona-vidas” te aleja cada vez más de su potencial respuesta.

No puedo acabar esta trilogía (que si tienes valor y me quieres mucho deberías leer de forma ininterrumpida) sin mencionar a mi amigo y colega Guzmán Felgueroso con el que he compartido en muchas ocasiones sobre estos ejemplos de buenas y malas prácticas y cuyo punto de vista tanto me ha enriquecido (aún no lo sabes Guzmán, pero algún día tu y yo escribiremos sobre esto 😉 ¡mil gracias!)

Te invito a que incorpores estas actitudes a tu estrategias de consecución de tus objetivos profesionales. Te invito a que trabajes una y mil veces en tu capacidad de comunicación. Hasta te invito a que te conviertas en mejor y más genuina persona en LinkedIn. Invitame tu a mi a ver tus resultados. Sabes que me alegraré mucho contigo.

Y como se, que aún así puede que te encuentres con alguna dificultad, recuerda que estoy a tu disposición para acompañarte.