Síntomas leves, grandes cambios
– Es positivo, Elena. Tienes Coronavirus.
Algún rumor de palabras que no recuerdo. Recomendaciones. Algo del 112 si ves que empeoras. No era capaz de escuchar con atención.
– ¿Vives con alguien?
No.
– Mejor. A partir de que se te pasen los síntomas, 15 días más de aislamiento. Te llamarán de tu Centro de Salud. Un abrazo, mucha suerte.
Aquel trato tan humano al final, me recordó que no estábamos en tiempos normales. Me devolvió a la realidad. Me quedé un poco desconcertada: ¿a mí?, ¿en serio?, ¿por qué a mí, joder?, pero, entonces, ¿era verdad?, ¿dónde lo habré cogido? Dios mío, ¿habré contagiado a alguien?
Entonces sí noté que el corazón me salía por la boca. Mis padres. Abrí el Calendar y comencé a contar. Sentí que volaba cuando vi que habían pasado mucho más de 15 días desde la última vez que había estado con ellos.
Esa alegría me sacó del miedo rápidamente. A ver, racionaliza. Ya lo sabías. Estás en el día 8 de los síntomas y ya es poco probable que te vayas a poner peor (esto no sé si médicamente es correcto, pero vamos, yo era lo que me decía)
Yo nunca estoy sola
Respiro hondo. Me duele. Bueno no, no es dolor. Es resquemor. Un picazón grande.
¿Tengo falta de aire? Madre mía, basta que te digan que, si sientes que te falta el aire, tienes que llamar al 112, para que te falte. Haz la prueba.
¿Tendré una neumonía? ¡Qué miedo si tengo que ir al hospital!, joer, ahora tengo mucho calor, ¿me estará subiendo la fiebre? Pongo el termómetro, el pensamiento catastrofista sigue su rumbo. Nada, 37.2. Una vez más. ¿Estará estropeado? Lleva días marcando lo mismo.
Menos aquel día por la mañana que señaló 37.7. Ese día me asusté. Se me hacía largo ya y en vez de ir a mejor…, iba a peor. Más fiebre, más cansancio y más tos. En ese momento, piensas en lo maravilloso que sería que alguien te llevara a la cama un vaso de agua con paracetamol, un actimel y un abrazo seguido de un todo está bien, descansa.
Pero no. Estoy yo. Sólo yo. También es verdad que yo nunca estoy sola. El caso es que como tuve que ir yo, me premié con una galleta de chocolate. De la que iba…
Anosmia
En seguida entra la razón. Y te justificas. Vamos a ver Elena, si ya sabías lo que era. Lo supe el día que salí de la ducha y busqué mi tarro de crema hidratante con olor a miel y a limpio que… de repente había perdido su olor. Como es un tarro grande y llevo tiempo con él, se habrá pasado – pensé yo. Es curioso que al desodorante le haya pasado lo mismo. Así que fui al otro baño y cogí la botella de lejía (está muy a mano últimamente). Mierda, no me huele a nada. Fui a San Google, y ¡bingo!: anosmia.
Una gripe decían, ¡ja! ¡cabrones! No había duda. Era coronavirus. Y ahora, simplemente, tenía la confirmación.
Aquí y ahora
Llamé a mi hermano. Me tranquilizó, hablar con él siempre me tranquiliza. Hablar con alguien de tu confianza siempre lo hace.
– No le quiero decir nada a papá y a mamá. No pueden hacer nada y sólo se van a preocupar. Cúbreme, ¿vale? (Si él no lo veía mal, era que estaba bien. Con él siempre es así).
Pero una madre es una madre. Y claro, desde el primer día me pregunta por esa tosuca. Lo bueno de tener faringitis cada dos por tres es que cuela muy bien que le digas que estás otra vez con ella. Claro hija, es que trabajas mucho y al hablar tanto… ¿mamá, me estás diciendo que soy una cotorra? Risas y atención desviada. ¡Bien hecho! Mañana tengo que recordar pintarme que se me nota mucho ya la cara de DinA4 que se me está quedando.
Nunca mentí tanto ni durante tanto tiempo con la sensación y la certeza de que era lo mejor que podía hacer y el mayor acto de amor que podía hacer (porque bien sabe Dios que lo único que me apetecía era salir hacía allí corriendo y notar su calor).
Pero no, no tocaba eso. Tocaba cuidarme, tocaba cuidarlos. Y tocaba centrarme. ¿Hoy estoy bien? Sí. ¿Ahora respiro? Sí. Pues estamos de enhorabuena. Vamos poco a poco.
Aquí y ahora. Como dice mi Laura Chica. Y cómo me lo enseñó con la práctica mi Adriana Morillo Romero. Cenar todos los días con ella (mientras charlaba con Meme y con Manu), ver su pragmatismo, su capacidad de disfrutar con lo que está a su alcance a pesar de lo adverso de la situación es la enseñanza más grande que los niños nos están dejando. Aprendamos mucho más de ellos, por favor.
No estamos solos
Muchas llamadas a mis #PersonasBonitas. Muchos ánimos, muchas risas, una dulce sensación de no estar sola. De estar cuidada, mimada y protegida. En la distancia, pero así.
Cuando mi cabeza necesitaba datos racionales le daba la chapa a Alberto Luque. Madre mía, qué paciencia. No sé cómo darte las gracias. Vamos a ver, Elena… Y palabras tranquilizadoras, palabras realistas, y serenidad. Qué bien lo haces, amigo.
Cuando necesitaba alegría y bondad pura, mi Ana. Cuando más notaba que me bajaba la energía, aparecía mi Collado. Cuando necesitaba serenidad, Tamara. Cuando me venía un poco abajo, mi Almu. Como magas. Como lo que son.
Es importante elegir las personas con las que compartir todo esto. Energía, optimismo y buen humor. Agoreros y tristes fuera. Pura supervivencia.
Personas a las que su sufrimiento y preocupación me iban a hacer más daño que los síntomas, fuera también. Ya se lo contaré, ahora es mejor así.
Aplausos. Altos y claros.
Necesitamos sentir que formamos parte de algo colectivo, global e histórico. Todos a una remando juntos. La euforía, la alegría, la fuerza, pueden y deben convivir con la pena, el respeto máximo a los fallecidos y a sus familias y con los monstruos internos con los que todas y cada una de las personas lidian estos días en sus casas y en sus cabezas.
5 minutos al día de energía. ¿Cómo podemos pensar qué esto sea negativo? ¿Cómo puede ser que hayan llegado a prohibir las salidas de las ambulancias de Transinsa que tanta emoción y admiración nos han hecho sentir cada vez que pasaban por nuestras calles? ¿O los coches de Policia y los camiones de transporte que se dirigen al hospital para aplaudir a los sanitarios? Saber que no estamos solos, que hay valientes que se la están jugando cada día por nosotros. Es que se me rompen las manos de aplaudir y alabar su trabajo.
¿Habrá mejor ejemplo para los niños? ¿Y para nuestros mayores? Que te toque vivir esto en las situaciones de máxima vulnerabilidad como son ellos es mucho más duro. Ellos si que nos están dando toneladas de enseñanzas sobre la gestión de emociones y la tolerancia a la frustración. Que no se te olvide todo esto que estás pasando cada vez que te enfrentes a algo duro.
Desinformación
La información del exterior con cuentagotas. Sólo la información del ministerio para ver la evolución y ya. Ningún telediario, muy poco Twitter y algo más de Facebook e Instagram.
Pero lo que veía se me hacía tan superficial, tan vacío, tan fuera de contexto, “¡qué poco saben aún, qué poco han entendido!”. Si su única preocupación era quedarse en casa y el aburrimiento es que habían entendido muy muy poco de qué va esto. Si protestas por estar encerrado en tu casa con tus hijos, qué estarán pensando los que están en el hospital. Cuánto entiendes de todo cuando tu salud, o la salud de los que más quieres, está en peligro.
Y qué rápido se nos olvida. El día que me preocupé porque se me iban a ver las canas de mi pelo supe que ya estaba bien. Estúpido ser humano que olvidamos una y otra vez lo único importante.
Chocolate
Chocolate, necesito chocolate. Nocilla. Y comida, claro. Mucha fruta. Comida ligera para que mi cuerpo esté centrado en darle candela al bicho.
Pero no puedo salir. Y el Alimerka online no llega hasta dentro de 10 días (prometo que compraré siempre en este supermercado, de los otros a los que voy habitualmente no se sabe nada cuando más los necesitas).
Humildad. De nuevo humildad. Y agradecimiento. Eterno el que siento por Daniel, por Sandra, por Juan Carlos, por Lourdes que se cansaron de preguntarme ¿qué necesitas? Te lo llevo ya. Increíble. Gracias de todo corazón. Ya nunca más os quiero ver por una ventana, la próxima un abrazo gigante y tendré que estirarme e invitaos a algo (Dani, a ti también, no sufras).
Gracias también a las personas que los esperaban llenos de miedo, de inseguridad y hasta de pena en el supermercado. Valientes son los que actúan, los que se la juegan y los que están a pesar del miedo. Sois muy grandes. GRACIAS.
Ira
Algún que otro “cabrones”, más algún “nos han engañado” y, sobre todo, un “si no saben cómo solucionar al menos que no estorben” salían de mi boca sin parar. Yo sola. En voz alta. Yo sé que no sirve para nada. Que ese tipo de pensamientos eran muy básicos. Que no me estaban haciendo bien. Entraba en la fase de ira.
Se me desató el día que vi aparecer a la enfermera por la puerta para hacerme la prueba. Yo me la imaginaba enfundada en un mono y con una escafandra (como un astronauta, por lo menos). Joder, se iba a meter en las casas de todos los sanitarios de Asturias con síntomas y de todos los que habíamos estado fuera de Asturias en los días anteriores al inicio de los síntomas. Que íbamos a dar positivo casi todos y ella venía con una sonrisa. Con una sonrisa enorme y una mascarilla de mierda.
La vi tan joven, tan pequeñina y tan guapa. Pensé en su madre. A ella no la podía salvar de la preocupación como yo estaba haciendo con la mía. Ella venía casi a pelo. A la guerra. No era justo, no es justo. Ella ni siquiera podía mentir por amor.
– ¿Tas muy malina?, me preguntó.
– No, sólo febrícula, tos y cansancio. Cuídate por Dios, cuidaros mucho. Y gracias.
Fue lo único que acerté a decirle.
Lloré de impotencia.
Sal de ahí. Sal de la rabia. Que no te lleva a ningún sitio. Esto aún estoy intentándolo. A ratos y viendo según qué cosas, se me hace imposible.
Amor digital
– Me dolió mucho la cabeza ayer, Covadonga. Mucho. Pero es que yo tomo ibuprofeno para la migraña… Y cómo sólo puedo tomar paracetamol…
– No, eso es del virus también. Hay muchos con ese mismo síntoma. Duerme todo lo que puedas y ponte un paño frío en la cabeza.
No tengo palabras para agradecer el trabajo de la enfermera de mi centro de salud. Se habla mucho de los hospitales, pero es justo alabar también el trabajazo que se están marcando en Atención Primaria. Gracias por tanto cariño; por esto no te pagan, pero seguro que eso es lo que te llevas.
Fueron demasiadas mañanas con un… igual… después de sus ¡buenos días!, ¿cómo estás hoy? enérgico, alegre y con un acento asturiano muy de mi zona que me hacía sentir en casa.
Un… igual… en los muchos whatsapp que tenía por la mañana cuando me despertaba. Dr. Cejudo (por la Universidad de Varverde) siempre al frente del primer parte de la mañana.
Y mil palabras más de ánimo, videollamadas, canciones, bromas y oraciones.
Andrea, Tamara, Paloma, Susana, Teresa, Silvia, Bea, les mis candonguines, Jonathan, Ilona, David, Rubén, Sergio, Claudio, Silvia, Roberto, Paco, Pepe y Vero, mi primín y mi Carmencita. Y más, todas las personas que me echasteis de menos, que me preguntasteis que si todo iba bien. Abrazo especial a Elisa, que ahí estuvimos plantándole cara al miedo y al bicho con un par ¡somos unas valientes! Aún tengo whatsapp sin ver, seguro. Amor, mucho amor. Y, otra vez, mis GRACIAS.
Vuelta a la esencia
Hubo un día en que no hubo fiebre por la mañana. Y al día siguiente tampoco por la noche. Sería el día 16 del inicio de los síntomas. Ya ni me acuerdo.
Huevo frito. Con patatas. Y lástima que no haya chorizo. Pero me voy a abrir una cerveza. Sí, con alcohol, que ye bueno pal bicho. No imagináis lo mal que sabe una cerveza cuando no eres capaz de oler. Aún así, gloria bendita.
He bajado 4 kilos. Y sin moverme. La lucha ahí dentro ha debido ser titánica, porque yo la Nocilla no la perdoné ni un día. Bien lo saben mis chicos del café de las 6. No tengo palabras para agradecer a mi Comandante Durán, a mi Noe y al resto de la banda que ya he ido mencionando por ahí. Haremos algo grande de todas estas grandes conversaciones y mayores chorradas que hemos compartido todos estos días. Seguro. Os quiero mucho.
El caso es que salgo de aquí con tipín, me consolido como cocinera e inmune. Ya sólo falta que se lleve el blanco lechón y este verano lo peto. Seguro.
Y cuando cae la noche, tú
Y cuando cae la noche, tú.
A veces la noche es muy larga. Los pensamientos que con el sol, en los días buenos, eran bonitos y claros se enturbian por la noche, cuando aprieta la incertidumbre. Entiendo que el confinamiento con mucha gente tiene que ser muy duro. Con niños tiene que ser tremendo, agotador y todo lo que me digáis. Me estresan a mí las voces y el ruido de mis vecinos, no quiero ni imaginar lo que tiene que ser gestionar eso en vivo y en directo. Pero el silencio sepulcral de las noches más oscuras que te grita cuando tienes miedo y te sientes muy vulnerable, no se lo deseo a nadie. A nadie.
Todo vuelve, todo pasa.
Un día olí el café. Me llevó al salón de mis padres. Todos juntos. Esa calma serena que te da tus entornos de seguridad máxima.
Todo vuelve. Todo pasa, pensé.
Me senté, cerré los ojos y disfruté.
Qué capacidad tiene el ser humano de salir adelante. Que invencible me sentí de nuevo, ya había pasado. Lo peor ya había pasado. Y yo había crecido. Otro poco. Era una mierda, todo esto es una gran faena. Eso es así. Yo no necesitaba ningún bicho que viniera a recordarme la importancia de vivir intenso, sin miedo y disfrutando de cada segundo de mi vida. No me hacía falta. Pero ahí estaba. Yo no lo había elegido, pero ya que estaba…, a ver qué saco de todo esto. Mucho, otra vez mucho.
Os lo iré contando. Me lo iréis notando más bien. Los grandes cambios, las grandes revoluciones se sienten, no se dicen.
Tú decides con cuanta valentía quieres vivir.
Negativo. Ha salido negativo.
Test (de los buenos) de entrada y de salida. ¡Puxa Asturias! Dentro de lo que cabe, lo estáis haciendo muy bien y qué narices le estáis echando. Orgullo máximo.
Y, al otro lado de las puertas de mi casa, el mundo.
El día 13 de marzo entró una persona y saldrá otra.
El día que salgamos ahí fuera, será como un volver a empezar. Aún no sabemos las opciones, aún no conocemos cómo de devastado se nos ha quedado el panorama. Yo sólo tengo una certeza, me tengo a mí y a mi propósito grandes y muy fuertes. Tengo la fuerza, la compañía y las ganas. Sé que las voy a pasar canutas. El reto más grande es desaprender todo. Y empezar de nuevo.
A mí sólo me quedan dar las gracias por salir de ésta. Y pensar en los miles de personas en el mundo que no han tenido ni tendrán la misma suerte que yo. En los millones de personas a los que leer mi historia les parecerá un paseo al lado de lo que ellos han peleado para salir de una UCI. Cada noche estáis en mis pensamientos. Ellos y sus familias. Y las personas que los cuidan. Y hasta que todo esto pase, esto es lo único que me quita el sueño.
Es tiempo de sobrevivir. Todos estamos bajo amenaza. Los que tengamos la gran fortuna de superarla, ya tendremos tiempo de vivir con mayúsculas. Serás un superviviente. Habrás tenido una segunda vida. Y tú decides con cuánta valentía la vas a querer vivir esta vez.
Cuídate
Cuidaos mucho. Mucho mucho. Este post es sólo para eso. Para que os cuidéis. Para recordaros lo único que importa. Para que viváis y disfrutéis hoy. Aun en situaciones adversas, aun con mucho sufrimiento. Para que entendamos que el sufrimiento forma parte de la vida. Y que nos debemos disfrutar y dar gracias cada día. Con lo poco que haya. Con lo mucho que nos sobra.
Síntomas leves, cambios muy grandes.
Conmovedor testimonio Elena.
Es tiempo de hacer aún elaboración de una experiencia grande y poderosa.
Y hacerlo bien para liberarte de lo que no te vas a llevar a presente y aprender tanto y tanto de lo demás.
Te espera toda una vida plena por delante. Acompañada y protegida.
Feliz nueva vida.
Así lo vivo, y pienso que así deberíamos vivirlo todos. Vamos allá con mucha valentía, que lo que nos queda por remar es mucho! un abrazo y muchísimas gracias por tus palabras!
Mi Elenita excoronita, tu puedes con esto y con todo. Eres maravillosa ⭐Te quiero mucho(próximo reto tocar a Jovi y a Dustin)
jajajaja pues anda que no voy a tener yo cosas qué hacer 😛 Un beso muy grande y gracias por estar a mi lado. Os quiero mucho.
Sabía que ibas a sacar petróleo de esto en forma de aprendizajes y, lo mejor, se que vas a ayudar a mucha gente… ya lo estás haciendo con post como este.
Por cierto, tiene un aire a novela lo que has escrito que me ha encantado… queremos un libro tuyo YA!
Es que le doy a todos los palos!!jajajajaja tanto leer tiene que servirme para algo. Uno de los protagonistas irá de vacaciones a Valverde, ya te lo adelanto. Gracias por estar siempre a mi lado Doc. GRACIAS
Enhorabuena por haber superado al “bicho”…
Millones de gracias!!! Cuidate!!
Me encantó el artículo Elena. Me alegro inmensamente que estés bien. Gracias por compartir esta experiencia de esta manera que sólo tu sabes hacer. Un abrazo muy fuerte.
Muchísimas gracias de corazón Juliana, ya está todo listo y preparada para todo lo que está por venir! Un abrazo enorme, cuidate mucho!
Me alegro que ya estés bien, Elena. No tenía idea. Ando algo desconectada de las redes. Siento que hayas pasado por esto pero gracias por tu testimonio. Es algo que nos ha tocado vivir y que no deberíamos, ni estábamos preparados, ni ná de ná. Pero me alegro tenerte de vuelta aún más grande. Muacks!
Muchísímas gracias por tu cariño Montse. Me apeteció por si le podía hacer bien a alguien, y me han escrito con tanto agradecimiento que me siento muy reconfortada y reafirmada en mi idea de compartir desde el corazón. Un beso muy grande, cuidate mucho!
Muy buenos días Elena
Me dejas perplejo pues tampoco sabía nada.
Y no sólo me dejas perplejo por haber pasado la enfermedad. Sino sobre todo por
1 abrirte en canal como siempre, guste a quien guste. Y a quien no
2 por la descripción de la soledad que haces, y que dices no practicar. Me extraña porque sin trabajar y disfrutar la soledad difícilmente uno crece.
3 por la fantástica manera de redactar (por eso me deja perplejo que no practiques la soledad, pues la pluma literaria es tuya, jejjeje), que consigue hacer sentir a los demás. Es habitual en ti, aunque cono diría kuppers, no es normal. Habitual y nada normal en estos tiempos de infoxicacion y donde, como decía Steve Jobs para criticar a todos, incluido Bill Gates, cuesta encontrar la genialidad. Tu si sabes ayudar a mucha gente, así que plasma por escrito un libro pronto.
En resumen, autenticidad, disfrutar de la soledad excelencia. Todo ello muy necesario, y lo tienes. Me alegro estés a tope.
Un abrazo.
jajajaja eres único en tus análisis Adolfo. Gracias por todo!! Y te matizo el punto de la soledad:
Disfruto y elijo la soledad, la necesito, la busco, la protejo y la conservo como un tesoro. Vivir sola es un gran aprendizaje y una gran evolución como persona. Disfrutar de vivir y viajar en soledad otro nivel en el que ya me muevo como pez en el agua. Pero en una situación de confinamiento (aunque viva sola, en una situación normal, puedo ir a casa o pueden venir a mi casa mis personas bonitas) y de vulnerabilidad (estando enferma) la soledad se convierte en no elegida y sólo ahí le ves la cara más amarga y negra. Y también quiero hacer una gran defensa de todas esas personas que están pasando enfermas, o muy ancianas y la dificultad añadida que conlleva. Yo nunca había vivido una situación parecida y simplemente es una “putada” (me estoy pasando con los tacos, pero es que hay cosas que no tienen otro nombre)
Pero como de todo se puede sacar algo, aún me he revolucionado más jajajaja Preparaos :p
Un abrazo muy grande, cuidate mucho mucho. Espero verte pronto!!
Hola .. Helena,, me alegro un montoooonnnnnnn o mas de que estés mejor,, que alegría,, ers la ins piració y el animo para muchisima gente .
Esperamos tú libro,, ya puedes ir pensando en el titulo. Un abrazo desde Jaén.
Hola Felix! Muchísimas gracias. El libro en cuanto me pueda concentrar bien, lo acabo. Que ya le queda nada!!! Millones de gracias por tus ánimos y tu cariño. Cuidate mucho
¡Ay Elena, qué me han saltado las lágrimas de los ojos! Por favor, cuídate mucho. Más fuerte que nunca, mi lema: ¡Mucha música y mucha salud!
Ay mi poooobre!! No!!! Que es un mensaje positivo ¿no? jajajaja Y con final feliz! Pero sé yo que es de alegría, te mando un abrazo enorme Ana, cuidate mucho mucho!!
Bienvenida y enhorabuena!!!
Qué gran susto nos has dado!!! Gracias a Dios ya te sentimos recuperada y con tu habitual positivismo y fuerza
para seguir remando, como bien dices, con valentia
Un fueete abrazote
Se ha quedado en el susto, menos mal! Pero no podía dejar de compartir algunas ideas para aquellos que se lo acaben de decir y que les pueda el miedo y la incertidumbre. Espero que esto pase pronto y de la mejor manera posible. cuidaos mucho mucho! Me muero de ganas de volver a veros!!
Elena, que gran superviviente y mejor persona eres, que luchadora y que testimonio nos has regalado, que emoción y cuantas lágrimas después de leerte. Estoy deseando que nos volvamos a ver y tomarnos unas sidras, cantando un puxa Asturies por gente tan grande como tú!. Un gran besazo y abrazo hacia el corazón mi Elena!
Puxa Asturies!!! Eso siempre!! Millones de gracias, cuidaos mucho!! abrazo enorme
Qué grande eres Elena!
Siento esos malos momentos, pero no sabes lo mucho que me alegro de que hayas tenido síntomas leves y ya estés bien, inmunizada y sobre todo de que hayas querido compartir esto con todos, porque nos ayudas a muchas personas con esto. Más de lo que puedas imaginar.
No me cabe duda de todo el aprendizaje y renacer que surge de superar a este bicho. Más aún en tí, que siendo como ya eras, ahora no brillarás… deslumbrarás!!
Un fuerte abrazo, y de nuevo, GRACIAS por contarlo, como lo has contado además 🙂
Ayyy gracias bonita! Me ha encantado compartirlo, ahora que han pasado unos días, justamente por saber que ha ayudado a tanta gente. Es importante hablar desde la honestidad, con lo bueno y lo malo. Millones de gracias por tu cariño, espero que nos veamos muy muy pronto! Cuidaos mucho hasta entonces!
Qué apachurrado sentí el corazón cuando empecé a leerte, y qué alivio cuando termino tu última palabra. Me da alegría que estés muy bien!
Ay Patty, eso es porque tienes el corazón muy bonito!! Millones de gracias!
Elena!! Me alegra que estés bien !!
Muchísimas gracias Alexandra, ahora ya pasó!!! Pero aún nos queda muchos por ver caer (por desgracia), si a alguien le puede ser útil en momentos de incertidumbre habrá merecido la pena, un abrazo muy grande
Gracias Elena por compartir tu experiencia. En mi caso a mi pareja se lo diagnosticaron por teléfono, sin ninguna prueba, y sin posibilidad de aislarse de mí porque sólo tenemos una habitación. Yo paciente de asma crónico, y cuidando de él y pensando por Dios que a mí no me llegue, y a la vez sabiendo que dos días antes había estado con mis padres. La angustia durante los 4 días en los que él no bajaba de 38 grados y el reconocimiento de los síntomas leves en mi persona: anosmia, pérdida del gusto y una especie de psoriasis en las manos. Y tras esos días, él perfecto y yo con la duda de si he pasado de manera leve el COVID, pero sobretodo con la certeza de que mis padres están bien, y con la alegría (y consecuente celebración diaria) de que nosotros también. Un abrazo!!!!!
Oh Sonia, que angustia. Gracias por compartir tu experiencia, no imaginas a cuánta gente que lo está pasando ayudas con tu comentario. Al menos, que todo esto sirva para algo. Vamos a quedarnos con lo positivo. Ya está superado (estoy convencida de que tú también lo has pasado y afortunadamente de forma leve) No me cansaré de pedir, de rodillas si es necesario, que se consigan los test de una vez. Sin eso estamos completamente pérdidos. En Asturias hemos sido unos afortunados en ese sentido porque el Principado tiene un excelente laboratorio epidemiológico que contaba con métodos para hacerlos (en un porcentaje altísimo con respecto al resto de España para el número de habitantes) Sólo espero que centren toda su energía en estos y ojalá te puedan hacer un test serológico para ver si tienes anticuerpos. Un abrazo muy grande y cuidate mucho.
Yo solo puedo decir, que también baje de peso, que lo he pasado sola con mi hija de 9 años, que no me apetecía ni verme, añadido a la fiebre y dolor muscular, una angustia con una diarrea de morirme durante 5 días, y luego durante tres dias una cefalea añadida a mi migraña, que pensaba que me daría un ictus, que no me apetecía hablar con nadie, pero que gracias a dios estoy muy bien y muy contenta de poder leerte, y que ánimo a todos los sanitarios que os estáis dejando la piel y que vamos a salir de esta y espero que unidos y reforzados!
Ay Elena, eres lo más, la persona más fuerte que conozco, una persona con un corazón que no te cabe en el pecho, desde luego no me imagino una vida sin ti como amiga, a mi lado en esos momentos de fiesta y cuando me das la enhorabuena por mis logros, cuanto te echo de menos, ya te lo dije, ahora toca cuidarse como dices, y yo que estoy siempre en la calle, imagínate, siempre, siempre te deseo lo mejor, te lo mereces infinito, un beso enorme y un gran abrazo que te daré cuando el gobierno nos lo permita.
Cuidate tu también, que aunque hayas pasado por ello, nunca se sabe lo que puede venir. Nos vemos pronto.
Me ha gustado todo.
Gracias bonita, cuidate mucho!!!