Bueno, pues ya para la semana que viene te llamamos. Probablemente el lunes de la semana que viene nos pongamos en contacto contigo para ver tu continuación en el proceso. Como mucho el martes…
El que espera, desespera…
Cuando escuchas esto de la boca del entrevistador para ti no hay más mundo que esperar a que llegue el lunes a primera hora para escuchar el tono de tu móvil (que en ese momento te parecerá muy extraño y mirarás a la pantalla con cara de terror y el corazón en la boca) y recibir la tan ansiada noticia.
En un mundo ideal, te llamaría a las 8.35 a.m. Pero no. Pasa la mañana y lo único que oyes es el sonido de tu voz diciéndote a ti mismo “es normal, me dijo el lunes y son las 13.40, aún queda día”. Y el día va pasando y tus uñas se van acabando y, entonces, llega a casa tu maridín o tu mujercita (cada uno lo suyo) y con toda su buena fe te pregunta: ¿Qué tal? ¿Te llamaron? Y lo único que oye el o la pobre es tu gruñido devastador porque incluye fuego en los ojos y humo por la nariz.
También puedes pasar por un período de hombre estatua en el que apenas te comunicas porque ya estamos a martes y aún sigues sin noticias. Y, entonces, tienes que gestionar a “los otros”. Porque el día de la entrevista, tú estabas muy contento y le contaste a todo el mundo lo bien que te había salido y que te llamaban el lunes (lo del martes lo acortaste para abreviar) y ya estamos a miércoles. Y parece que todo el mundo es más listo que tú, porque en tu lugar, ellos ya habrían llamado, se hubieran presentado allí o les habrían enviado un mail a tu consultora, o sabe Dios que más cosas.
Pero allí estás tú, con tu desolación porque te han prometido una cosa y no la tienes y no sabes bien cómo actuar porque es un tema en el que te la juegas. Y ya dudas hasta de tí mismo, y la cosa empieza a preocuparte cuando fantaseas con que tal vez no te dijo este martes sino el de la semana que viene.
A mi también me han dicho que me llamaban un día y… al final… no
¿Te has reconocido en esta situación? Te puedo asegurar que es más frecuente de lo que imaginas.
Y aquí me ofrezco voluntaria para ayudarte a solventar estas crisis que, sin duda, podrás encontrarte a lo largo de tu proceso de desarrollo de carrera. Porque todo el camino hacia tu nuevo empleo conlleva sus baches, porque la angustia de la espera te parece poco tolerable, pero es que si te llaman y te dicen un edulcoradísimo NO (que sigue siendo un NO) sabes que te tocan días de volver a empezar, de volver a recomponer trocitos y de volver a buscar fuerzas.
Y esto te genera ansiedad. Y esto es normal. Es normal que te preocupe porque, en cierto modo, el rumbo de tu futuro se está decidiendo. Y está en manos de personas que te dijeron que te iban a llamar el lunes y no lo hicieron… y ¡stop! Vamos a parar el bucle para que puedas gestionar esto de la mejor manera posible.
Ponte en su lugar.
Multitud de factores.
Los procedimientos para seguir adelante con un proceso de selección, son muy complicados. Son procesos de tomas de decisiones muy complejos y que no sólo dependen de una persona. En un mundo hipotético, cada persona estaría en su sitio y sin ningún tipo de contratiempo y mil cosas muy urgentes (aunque quizás no tan importantes) del día a día, y entonces te habrían llamado el lunes. Pero no. Se acumuló, se acumuló y tu CV allí se quedó.
“Mañana a primera hora me pongo” se dice a sí mismo el entrevistador.
Pero resulta que no. Que cuando tu persona clave para entrar en la empresa abrió su bandeja de entrada a primera hora casi se cae para atrás cuando leyó lo que leyó. Y de verdad, que cuando quiso solventar eso, ya estaba entrando en una reunión. Y luego comió y luego acabo de presentar la propuesta que su cliente le estaba reclamando. Y por segundo día, tu CV allí se quedó.
Es una obviedad, lo sé. Para tu punto de vista, lo más importante que tiene que hacer el seleccionador es tomar decisiones sobre tu candidatura. Pero él tiene otras muchas de igual importancia y, es necesario, que te lo recuerdes a cada instante en lo que dure este proceso.
Toma distancia del proceso.
Muy relacionado con lo anterior. No es nada personal, nadie está conspirando hacia ti y no es una conjunción de fenómenos que confabulan para que te conviertas en el Santo Job. No. En ese momento tú tienes una cosa importante en la que pensar (si tu candidatura sigue o no adelante), ellos en esa y en muchas más. Todo a su debido tiempo llegará.
Planifica acciones. Actúa y deja de pensar.
¿Te dijeron que te llamaban el lunes o como mucho el martes? No fue así. Pues el miércoles después de la comida, es un buen momento para enviar un mail. O el jueves, el día que tu decidas (busca pros y contras) pero márcate una fecha y cúmplela.
No imaginas la cantidad de tiempo de “rumiar” te puedes evitar.
Si no recibes respuesta, el lunes de la semana siguiente (por ejemplo) puede ser un buen momento para que hagas una llamada para interesarte por el proceso. Recuerda mantener (aunque por dentro mueras de nervios e incluso indignación porque habían quedado en llamarte el lunes…) tu misma sonrisa y tu mismo tono afable, distendido y profesional. Mostrarás tu interés por el proceso y por cerrar tus procesos de negociación.
El tiempo que tarden en llamarte no guarda ninguna relación con el interés en tu candidatura.
Pueden retrasarse por los motivos anteriormente argumentados y mostrarse tan interesados en ti como el día que percibiste oportunidades en la entrevista. Recuérdatelo porque la ansiedad distorsiona la calidad del pensamiento.
Ten en cuenta a tu consultora de recursos humanos.
Si un consultor de recursos humanos te está acompañando en el proceso ya que está siendo gestionado por ellos, nunca obvies su criterio y tenlo en cuenta en tu toma de decisiones. Habla con él.
Abandona las creencias que te agarran de pies y manos y no te dejan moverte con libertad.
- A nadie le parecerá raro que llames para interesarte por el proceso, no eres ningún pesado ni nadie va a cuestionar tu candidatura por llamar para interesarte por la misma.
- Que tengan más cosas que hacer o que esa haya quedado relegada de forma temporal no quiere decir que no tengan interés en tu candidatura.
- Nunca tires la toalla ni sentencies (como no me han llamado eso es que ya no estoy en el proceso). Ahora en frío, eres consciente de que hay muchos más motivos para que se trate de un simple aplazamiento que de una decisión tajante (y en tu contra).
- También es perfectamente válido que tú te plantees si quieres depositar cada día tu talento en una organización que va tan desbordada que no cumple los plazos y “parece que improvisa”. Atención, porque este puede ser un indicador de la calidad de sus procesos, y no solo de los de selección. No estás perdiendo el Norte porque a ti se te haga bola que queden en una cosa y hagan otra.
- Nunca dudes de ti ni de tu valía. Jamás. Eso si que no te lo voy a permitir. Independientemente de cómo finalice este proceso, tú y el amor que te tengas es lo que te va a permitir volver a la carga. Tanto para comenzar un nuevo desafío como continuar en la búsqueda.
Y, me he querido dejar para el final, no por menos importante, sino para que retumbe en la cabeza de los que, en ocasiones, nos tenemos que sentar en el lado más cómodo de la mesa esta reflexión que escribí para el blog de mi amigo Victor Candel y con el objetivo de que no hagamos a nadie desesperar…
Sitúa, por favor, en el centro a la persona que tienes delante. Así nada puede salir mal. Tu candidato se sentirá medianamente cómodo, respetado, su talento y él volverán (óptima atención al cliente). Hablará bien de ti (buena gestión de tu marca personal como seleccionador) y de tu empresa (employer branding eficiente), tu decisión será más acertada (incremento de la eficacia y eficiencia del proceso) y, lo más importante, te irás a casa satisfecho y con ese agradable gusto de saber que has hecho las cosas bien (desarrollo profesional y personal).
Nuestro éxito como profesionales de Recursos Humanos, sin duda, vendrá determinado por nuestra habilidad para ponernos en el lugar de nuestras personas. Que nunca se nos olvide esto.
Ánimo, confía en ti.
Muy útil artículo para aquellas personas que buscan y buscan su oportunidad y se dan de bruces con esta situación. Y también para nosotros, los que nos dedicamos al mundo de los RRHH y la selección, no tanto para calmar nuestra conciencia sino para empatar con el candidato y sus momentos emocionales tras la entrevista. Creo que no tenemos perdón cuando hacemos esto porque si bien me veo identificado en la vorágine del día a día, el compromiso con el candidato debe cumplirse. Por él/ella y por nosotros, nuestra credibilidad, nuestra integridad, el equipo al que representamos… sin duda un área de mejora importante
Querido Jose Luis, es todo un honor para mi la valoración que haces del post.Mi intención era partir de una realidad que me consta que se produce y con la que considero que es importante tratar con estrategia (como si de una parte más del proceso se tratara). Son situaciones que por inesperadas, dejan un poco fuera de juego al candidato y creo que es importante que manejemos bien.
Por último, dejo para la reflexión la verdadera esencia de este post. Como profesional de los RRHH no dejo de detectar en qué áreas podemos mejorar mucho con no tanto esfuerzo (pese a la carga de trabajo que todos conocemos) Me alegra que hayas puesto el foco es este punto. Para mi sin duda el más importante.
Mil gracias por tu regalarme tu valioso comentario.
Excelente Artículo… De verdad es un placer poderte conocer por esta red y leer tan adecuado artículo en un momento muy preciso../ con tu permiso lo compartiré en mi red… Saludos..
Muchísimas gracias por tu valoración Flavio, es muy importante para mi. Y también por tu visita, vuelve cuando quieras 🙂
Estimada Elena,
Acabo de llegar por casualidad a tu blog y he masticado con interés cada una de tus palabras. Es un gran artículo, pues creo que todos, en mayor o menor medida, nos hemos sentido exactamente como describes. Los consejos que das son realmente útiles, sobre todo cuando incides sobre la cantidad de variables que influyen en el proceso, y que escapan por completo a nuestro control (como candidatos) Por ese motivo, mantener una actitud objetiva sobre nosotros mismos es fundamental para no caer en pensamientos negativos o derrotistas. Personalmente y por mi experiencia, he de decir que no estoy del todo de acuerdo con la relación timing de llamada/interés en tu perfil. Según mi experiencia, todos, absolutamente todos los procesos de selección que han terminado en oferta, han sido muy ágiles, a razón de paso adelante por semana a más tardar. Pero supongo que esto es muy subjetivo y depende de las vivencias de cada uno.
Comentas Elena que os gusta detectar en qué áreas es posible mejorar, a ese respecto me gustaría añadir un par de apuntes, “desde el otro lado”. Como candidato, estoy más que saturado y molesto con la cantidad de artículos que se publican a los cuatro vientos “criminalizando” al candidato, dando por sentado que va a mentir en la entrevista o a adornar el cv, y cosas así. Y que ocurre con las empresas que mienten miserablemente en sus job description? Que te engañan en funciones, responsabilidades, evolución, etc.? Leo muy poquitos artículos sobre estas mentiras, a mi juicio muchísimo más destructivas para un profesional (le pueden partir la carrera) que si el que miente es el candidato (se le despide y punto, culpa suya, aunque la empresa se resienta desde luego no es de la misma manera que si el perjudicado es un individuo) Esto pasa diariamente tanto entre los “profesionales” [sic] de RRHH de empresas como entre “prestigiosas” firmas de headhunting, que te mienten y utilizan solamente por cobrar su fee, muchas veces metiendo a martillazos la ficha cuadrada en el agujero triangular.
Y qué decir de dichos “profesionales” que no se toman ni las molestias de mandar un correo? Ya no una llamada telefónica explicando los motivos de que el proceso se haya caído y con cierto feedback, o una simple llamada donde te digan que no?, digo un sencillo correo electrónico… Muy señores míos, entiendo que es tedioso, gravoso y menos interesante que llamar para dar la luz verde, pero es parte de su trabajo, y encima, se olvidan de que están tratando con personas, no con coches en el taller. Quizá personas en el paro durante mucho tiempo, o personas encasilladas y sufriendo diariamente en su trabajo que no les llena. Señores, no olvidemos que el candidatu busca trabajo, no mendiga limosna, ofrece sus servicios (beneficiosos para la empresa) a cambio de un sueldo (beneficio para el candidato), por lo que es un win-win, no debería de tratarse a los candidatos como mendigos. Como digo, es parte de su trabajo. Y generalmente, en muchas ocasiones, es el candidato quien tiene que llamar para escuchar el típico “justo te iba a llamar esta tarde”. Lamentable, realmente lamentable. Como digo, creo que el 90% de los “profesionales” de RRHH de España son de todo menos profesionales, son unos auténticos chapuceros.
Por esto, me hace muchísima gracia cuando leo artículos o entradas en redes sociales de dichos “profesionales” dando lecciones morales, o consejos, cuando son ellos mismos los primeros “saltadores de caminos”, chapuceros, nada profesionales y que se interesan solamente por el candidato como carne fresca que pueden vender (aunque no encaje en la posición) y por el candidato que no pueden exprimir ni contestan sus e-mails. Lamentable.
Elena, por favor no tomes esto como un insulto o descalificación personal, pues reitero que tu artículo me parece muy interesante y valioso, y das consejos muy buenos, incluso entonando el mea culpa en algunos aspectos, te honra y esa sensibilidad muestra que quizá seas del 10% que sí es un profesional auténtico de RRHH. Supongo que aquí habla cada uno en base a su experiencia, y por lo que puedes intuir, la mía generalmente es poco satisfactoria. Habrá quien pueda negar tajantemente todo lo que aquí expongo en base a su experiencia, como digo, todo muy objetivo.
Un cordial saludo.
Te agradezco tu comentario Pelaez. Partiendo de la base que en absolutamente todas las profesiones debemos trabajar por conseguir la excelencia y con más motivo, en aquellas en las que tratamos con lo único que importa de verdad: las personas he escrito este post con una doble intención.
Por un lado, centro mis esfuerzos en ayudar a la persona que apuesta por ese empleo a que lidie con estas situaciones que se producen de la manera más eficaz posible. He visto personas que echan a bajo su candidatura por una mala gestión de la ansiedad en estas situaciones (correos subidos de tono, generalizaciones, creencias erróneas en cuanto a lo acontecido en el proceso, mal interpretación de la información dada en cuanto al avance del proceso, etc). También he visto personas que echan a bajo su autoestima por una mala práctica de la cual ellos son totalmente ajeno y he buscado la manera de hacerlo llegar a quien hoy mismo esté pasando por esa situación. También he visto mi propia desesperación cuando (y pese a conocer perfectamente cómo funciona el otro lado y cómo de lógico (aunque no justificable) es que esto ocurra) a lo largo de mi experiencia profesional me ha pasado esto mismo.
La segunda intención del post, es llamada de atención a los muchos profesionales que con nuestro mejor saber hacer abordamos cada día este maravilloso trabajo y que no está exento de errores y de áreas de mejora. Esto es indiscutible y tenemos que trabajar por mejorar más y más estos aspectos, que por sencillos y de cajón, descuidamos de forma precupante. Pero algún día escribiré también sobre los esfuerzos y la preocupación que tenemos por nuestros candidatos, por ofrecer la imagen más precisa de ellos ante nuestros clientes, por analizar con rigurosa justicia y criterio aquellos aspectos que facilitarían un encaje muy positivo en la empresa y aquellos que lo haría menos, por contemplar libres de prejuicios su trayectoria profesional, sus referencias profesionales (en ocasiones negativas y probablemente injustas) y cómo afectan a la candidatura a presentar, el sumo cuidado que ponemos en nuestro lenguaje para tratar de redactar informes de profesionales que reflejen fielmente la persona cargada de experiencias y vivencias que hemos de entresacar en una hora y sintetizar en un sólo folio. Seguro que conocer esta parte del trabajo que describo y muchísimas más que nadie ve también ayudará a tener una visión más ajustada de la realidad.
Tu comentario me ha servido mucho para la reflexión y volveré a releerlo con detenimiento. Comparto firmemente tu visión del win-win profesional-empresa. No hay proceso de selección exitoso si no se parte de esta premisa.
Muchas gracias por tu valoración y por tu gran aporte. Espero tener oportunidad de compartir contigo en otros muchos posts.
Un saludo muy cordial 🙂
Elena Calcao a tu resumen , me acaba de pasar , me ha mandado un mail el head hunter, comunicándome que les he gustado mucho pero que han cogido a la persona de dentro de la compañía, esto después de que otra consultara me entrevistara para el mismo puesto , esto no lo he vivido en la vida , pero por tus relatos parece ser que es frecuente
un saludo Elena y Enhorabuena por tu blog
Muchísimas gracias por tu valoración José Manuel, espero verte de nuevo pronto!! Ánimo con la búsqueda y con todas las acciones que estas poniendo en marcha para conseguir tu objetivo 🙂
A mi me citaron para una entrevista y a los dos días antes me llaman para decirme que se ha producido una cancelación de la vacante que disponían. ¿por qué? ¿hay algo más desesperante que esto?
Ahora mismo me encuentro en una situación así. Hace una semana realicé una entrevista para “el trabajo de mis sueños” por así decirlo.
Al día siguiente, me llamaron para hablarme de fecha de incorporación, papeles, etc. Que me mandarían un mail ese día. Esperé por ser puente, pero no hubo noticias del mail. Ayer lunes, llamé para preguntar y me dijeron que no me habían mandado el mail pero que me iban a llamar ayer u hoy (aquí sigo esperando) para una entrevista en inglés para evitar sorpresas, pero que me mandarían el email (tampco sigue).
Lo que hace una semana era felicidad por creer que por fin me salían las cosas como llevaba años buscando, ahora es una angustia difícil de evitar, ya que aunque por lo que me han dicho parece indicar que sí, con su forma de actuar parece que no.
En definitiva, aunque todos somos humanos, a veces creo que falta empatía hacia el candidato y lo que ésto supone para él, ya que en mi caso por ejemplo, sería volver a tener ingresos.
De todas formas, el post me ha sido muy útil!
Estimada Elena, primeramente te saludo desde Monterrey, Mexico
Yo en mi larga carrera profesional de casi 30 años, he padecido de todo, desde la falta de criterio, la falta de objetividad, la falta de respeto, la falta de atención y de empatía y hasta las mentiras y dudas dignas de un proceso penal y no laboral de los que se dicen los trabajadores del capital humano en las compañías.
Me han contratado verbalmente y despedido de la misma forma sin tener una propuesta en mis manos, me han mentido diciéndome que yo era el candidato elegido y nunca proseguir con el proceso.
La falta de empatía y el sinsabor de que le importas menos que un pedazo de papel roto pisado en la calle a todas las empresas que te haz postulado o la gran mayoría.
En fin, sin dudas me parece que la gran mayoría de los “profesionales” del capital humano se deben de preparar con mucho de ética, empatía, respeto y buenas prácticas en el proceso de selección.
Tu artículo que además de digerible práctico y que eso te hace empatar sobre las vivencias de muchas personas, es aliciente y con información que muchos candidatos no tienen, todas las empresas tienen sus procesos largos o cortos, eficientes o tediosos, prácticos o injustos etc. pero debe prevalecer el respeto al humano que está enfrente de ellos y que está ahí no por hobbie si no por una necesidad sobre todo económica y que su familia depende de su trabajo
Te agradezco mucho el haberme leído y seguiré pendiente de tus artículos
Muy buenos cosejos, tips y nos das ánimos para seguir en esta batalla injusta de buscar trabajo
Saludos
Perdonad mis palabras, pero lo resumo en: reclutadores que no tienen ni vergüenza.
Somos personas buscando trabajo, no ovejas.
Espero que esas personas no se encuentren nunca en el otro lado de la mesa y sepan la angustia que se siente.
Siento tu malestar Loretto, un abrazo grande
Hola;
Mi duda es la siguiente,
Una empresa contrata a otra de recursos humanos para que le lleve el tema contratación,personal, nóminas en fin lo que se suele hacer, somos nosotros los que nos encargamos de leer currículum,llamar etc …
Aún así la empresa confía en nuestra labor pero lo cierto es que le debemos reenviar los currículum de la gente y nos dé una respuesta de si sí o sí no…. Y digo yo si somos un departamento que gestiona y selecciona al personal por qué debemos de hacer ese paso tan absurdo y hacer esperar a una persona aún más tiempo,por qué no directamente contrata la empresa y mal ahorramos intermediarios.
Tendrá una respuesta lógica o no pero lo que no es no es.
Gracias por todo