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Cuando brillas eres indestructible

Cuando brillas eres indestructible

“Cuando brillo soy indestructible” Lo dijo tan segura de sí misma, con un tono de voz, una postura corporal y un gesto que hasta ahora no le habíamos visto, que se hizo el silencio. Allí estaba, de pie. Su cuerpo estaba aquí, pero su cabeza estaba puesta en el lugar de los hechos. Lo escuchamos nosotros, pero esas palabras no nos pertenecían.  Ni siquiera se las dijo a esas personas que todos tenemos cerca y a las que tanto les cuesta digerir nuestro brillo.

No había duda. Esas palabras eran para ella. Y este post también. Nada me conmueve más en lo profesional que ser testigo de ese momento. Y por eso quiero compartirlo contigo, porque este post va para ti y para todos los que un gran día descubrimos que cuando brillamos somos indestructibles.

Y quiero que lo hagas para que dejes de perder el tiempo y la energía y los valiosos días de tu existencia y empieces por lo importante, por lo único importante de hecho.

Tu brillo

Por tu brillo. Ojo con la palabra, con el brillo.

Quiénes me conocéis de cerca sabéis que yo de metafísica y astral tengo más bien poco. Soy muy básica, muy terrenal, muy del día a día y de la acción.

Entonces ¿para qué tanto coñazo con el brilli-brilli? te preguntarás (ojalá algún día La Vecina Rubia que es la alegría de mis mañanas en IG, convierta por un día mi #HoyBrilla en #HoyBrilliBrilli), pero mientras llega ese día y no… vamos al lío.

Y tú, eres más de ¿estrellas o de lunas?

He descubierto, que en términos muy generales, en tu vida y en lo que quieres hacer con ella, tienes dos opciones:

  • Mirar para dentro y buscar tu luz. Conocer todo lo que tienes dentro que enciende esa luz y cuando lo tengas practicar un escasísimo, denostado y noble arte… El arte de amarte. Amarte bien, siendo capaz de ver hasta dónde llegas, cómo eres, cómo puedes llegar a ser con esfuerzo, como puedes convertir en más tus menos. Y cuando lo tengas, pasar a proyectarte.
  • Pasarte la vida buscando brillos ajenos de los que nutrirte. Practicar el arte de reflejarte.Y ya que estás, el frecuente Arte de Amargarte… Buscar formas de generar luz pero que vengan desde afuera, más rápidas e indoloras sí, pero sin intensidad. O no te atrapan o te ciegan demasiado o la luz que ofrecen no llega a ser suficiente.

Desde mi experiencia, desde mi conocimiento y desde lo que yo vivo y veo cada día en cuanto al desarrollo profesional…lo tengo muy claro. Escojo el camino largo y te invito a brillar desde adentro.

Brilla desde adentro

Sólo así te será posible:

  • Conocer lo que puedes hacer con lo que tienes.
  • Hacerlo. Hacerlo y medirlo.
  • Y si no te gusta, mejorarlo.
  • Y si te gusta, disfrutarlo. Intenso, sin remordimientos, sin culpas, sin inferioridades ni demás historias raras.
  • Dar lo mejor de ti. Dar lo mejor de ti no es dar todo. Porque los demás te quieren indulgente (no exigente y tirano), te quieren con energía (y no con extenuación), te quieren así, cómo eres. Y si no, no te quieren. Déjalos ir, que no son para ti.
  • Enseñarlo. Enseñarlo sin temor. Y con el único objetivo de aportar valor. A quién gusta, gusta. Y a quién no, no. Sin más.
  • Tener un fin y un objetivo claros. E ir a por ellos. Sin medida y durante el tiempo que sea necesario.
  • Poner el foco en lo que está bajo tu capacidad de acción, en lo que yo puedo hacer. Y entender que la consecución de mi objetivo es lo lógico si hago todo lo demás bien, en tiempo, en forma. Si lo hago (acción, acción, acción… que éste sea tu mantra)
  • Dejar una huella bonita. Y útil. Y que aporte valor. Pero sobre todo bonita.
  • Convertirte en reflejo pero sólo para admirar, reconocer y fomentar el brillo de los demás. El propio, el que sale de adentro. Y brillar tú aún más. Como un bucle infinito de luz. De tu luz.
  • Recuerda siempre que eres la suma de las personas que ayudas a brillar.
  • Tener consuelo en las noches oscuras, en los momentos difíciles, en la soledad de esa habitación de ese hotel de sabe Dios dónde. Estás tú, te tienes a ti. Y sólo así, encontrarás el apoyo (y la luz) de tus #personasbonitas.

Quiero verte brillar

Por todos estos motivos, la misión que tengo escrita en mi libreta mágica donde pienso en todas estas cosas es: quiero ayudar a las personas a brillar.

Por eso no me canso, por eso me conmueve el día que lo veo delante de mis ojos, pocas cosas me hacen llorar de emoción, y esta es una de ellas. Y quiero que tú, que hoy estás leyendo esto y no piensas que estoy chiflada de remate, seas el siguiente. Te lo mereces y te estamos esperando 😉

Porque sí, cuando brillas, cuando consigues toda esta integración entre lo que eres, lo que quieres, lo que haces, lo que piensas, lo que sientes, lo que proyectas, lo que inspiras y lo que amas, no sé si serás indestructible, pero feliz serás un rato largo.


Tú, foco de luz,

eres tú la cara y la cruz.

Llenas tú el espacio al hablar.

Quiero verte brillar,

mi Estrella, tú.