No tiene que ser perfecto, solo tiene que ser.
Tardé tanto en pillarlo, que hoy, para celebrar mi primer año (espero que tus felicitaciones con el mismo énfasis que cuando cumplo años, que esto tiene bastante más mérito que permanecer viva :P) con Pon tu talento en Acción dando por saco por el mundo, me apetecía solo recordarte este mensaje.
Ya te conté en su día todo el esfuerzo que me supuso escribirlo. Hubiera quedado más guay hacerte creer que tengo un don especial y que, así, de la nada y sin despeinarme, lo hice. Me hubiera encantado, de hecho, que así hubiera sido. No. Mala suerte.
Quise contarte las tripas del proceso porque el libro va precisamente de eso, de entender que no es en el resultado ni en lo que tú quieres conseguir dónde tienes que poner tu atención.
El resultado llega si pones tu atención en el lugar adecuado
Ideas buenas tenemos todos en la ducha unas mil al día. Deseos y proyecciones de una vida mejor, ni te cuento.
Pensar, soñar y desear es fenomenal. El impulso vive ahí. Pero al impulso le tienes que dar gasolina con el hábito. Con la poderosa fuerza de la acción pequeña que se repite día tras día.
Y… ¿sabes qué pasa con la acción en el día a día? Que está mediatizada por tus estados emocionales y por la medida en que hayas entrenado tu inteligencia para impactar en tus emociones a través de tus pensamientos para que finalmente puedas pasar a la acción.
Ejemplo adicional (te lo puedes saltar si ya lo pillaste a la primera)
Dicho de otra forma, si yo quiero volar a Nueva York en junio del año que viene, tengo que empezar a ahorrar hoy, a organizar mi agenda a partir de diciembre y a mirar los viajes en enero. Y esto (que es un truñazo) lo hago porque en junio del año que viene quiero ver mi cuerpo serrano en Nueva York. No esperes a tener ganas para iniciar el proceso (
de mie*da) que te llevará el resultado deseado (de flores)
El proceso.
Hoy, hacía balance de cómo se fraguó el libro. Y me di cuenta que fue en octubre de 2018 cuando me pasé 5 días encerrada en un hotel precioso de la más preciosa todavía #Huelva dándole forma a lo que llevaba mil años trabajando con mis clases con clientes y con mis alumnos. Recuerdo que el disparo definitivo vino cuando Almudena Lobato, Rubén Montesinos, Meme Romero y Enrique Cejudo en el último @moveyourtalent que hicimos en Sevilla me dijeron algo así como… – Arnaiz, haz un libro de talento con esta metáfora. 4 años hace ya de esto.
Os juro por mi vida que ese día lo ví claro y pensé que sería infinitamente más fácil. Era lo que hacía. Explicarlo de viva voz, apenas me ocupaba 3 horas (atención a cómo dejo yo las pizarras mientras voy hablando). Eso y mi optimismo me hicieron darlo todo en la definición del esqueleto. Quedaba lo peor, rematarlo.
Patricia Vazquez me envió una infografía de cómo quedaba en su cabeza lo que yo había garabateado y volví a verlo más claro. Ya no estaba dentro de mi. Ya no era mío. Tomaba forma y sentido para los demás. Como producto mínimo viable ya tenía el OK.
Estaba en mi cabeza, pero no fue hasta que puse distancia (la mitad del libro está escrito divagando yo sola mientras me perdía literalmente por las calles de Roma en un frío mes de enero) y disciplina (de esto se encargó mi querido hermano que cómo bien sabéis sin él no hubiera sido posible)
Darle de comer a la disciplina
Con la eliminación de distracciones de Huelva, con la belleza y la concentración que me daba Roma, con la euforia de sentirte reconocida, impulsada y motivada por tus colegas, alumnos y clientes era fácil darle de comer a la disciplina.
Pero ahí estaban mi día a día, la locura de viajes, entradas y salidas de mi trabajo y la soledad al ponerme delante del ordenador esperando por mi. Dándole de comer a mis excusas para proteger mi ego de las críticas externas que mi cabeza inventaba una y otra vez para protegerme.
Hacer sin ganas
Hacer sin ganas. Ahí es dónde te la juegas en la consecución de tus metas. En acabar lo que empiezas, en que tu autoestima se consolide. En que disfrutes de Nueva York, de tu cuerpo serrano o de tus pulmones limpios de tabacón.
Por eso llegar a acabar el libro es el gran logro, por decir hasta aquí: “no tiene que ser perfecto, solo tiene que ser”, por eso hoy celebro de nuevo el proceso.
Por eso hoy, me (nos) regalo esta idea de nuevo:
No tengo que esperar a tener ganas de hacer las cosas.
No tengo que sentir ilusión ni escuchar el revoloteo de las musas llegando a mi hombro para hacer las cosas.
No tengo que estar a expensas de que los demás me pidan que de el paso por fin.
Tengo que hacer. Hacer, hacer y hacer.
Porque ya pensé antes, porque ya tengo claro lo que quiero. Así que me toca apretar los dientes (y el culo) y hacer.
En los resultados celebras con los demás, en el proceso te cagas en todo en soledad.
No vale de nada querer los resultados y celebrarlos con los demás si no estás dispuesto a atravesar tu soledad.
Hoy celebro contigo que hubo un día que superé el miedo, la vergüenza, los “quién soy ya para…”, la pereza, las excusas y el cansancio para hacer lo que quería.
No tiene que ser
Hoy celebro contigo que mi libro no tenía que ser perfecto, solo tenía que ser.
Porque desde que me puse a escribir Pon tu talento en acción, 3 libros más nacieron en mi cabeza. Perfectamente definidos los 3. Con título, con índice, esquema, portada y una claridad absoluta de por dónde quiero que transcurran.
Pero en mi cabeza, en mi deseo y en mis ilusiones más ocultas no sirve de absolutamente nada. Ni a ti, ni a mi.
Me pondré a disposición de ellos y dejaré que mi corazón, ahora ya sin tanto miedo, hable. Que hable para ti.
Por eso, es tan importante que te lances con el primero. Con lo que quiera que sea tu primero.
Porque te libera para ir a por lo demás.
Ahora lo entiendo. No hacía falta que fuera perfecto, solo hacia falta que fuera.
Como tú.
Que no tienes que ser perfecto. Ni perfecta. Que solo tienes que ser.
Gracias con todo mi corazón a todos los que lo habéis tenido en vuestras manos, y a todos los que me odiáis por lo que os he hecho currar con él. Era y seguirá siendo el objetivo.
PD: No hace falta esperar a que tengas ganas de comprar el libro para comprarlo (jajajajajaj me tienes que perdonar pero es que me quedaba totalmente a huevo)