Creo en ti
A este hombre nunca tendré las palabras suficientes para agradecerle su “creo en ti” en un momento tremendamente difícil para mi. Yo no sabía si sería capaz de levantarme de la cama y él me pedía con la seguridad y la confianza que sólo cuando se actúa desde el corazón se puede transmitir que le dijera que sí. Sólo eso. Vas a estar bien. Sin más paternalismo, sin más floritura. Eso es liderazgo en estado puro. Eso es detección y desarrollo de talento en esencia. Eso es un ser humano excepcional por donde lo mires. Alejandro Durán será para siempre ya una persona clave en mi desarrollo profesional y en mi vida. Pura energía, determinación y una superactividad (que no hiper) que sólo de verlo te deja a ti cansada (pero él mantiene el ritmo guapo e impoluto como sólo él sabe ir)
Su blog es un referente para mi en la gestión de personas y en su sección de entrevistas #CuestiónDeTalento es una delicia. Gracias por por creer en mi. Gracias por decirme que sí. Y gracias por todas las que nos quedan juntos.
Creo en ti
“3 palabras con una fuerza incontrolable.
3 palabras capaces de cambiarlo todo.
3 palabras que transforman al que las pronuncia y mucho más al que las escucha.
3 palabras que desafortunadamente no decimos con la frecuencia que deberíamos.”
Lo primero de todo mostrar mi ilusión por poder estar acompañando a Elena en esta sección tan especial que ha construido con pasión y ese amor hacia los demás que tanto la caracteriza. De hecho, desde el momento en que Elena me propone esta colaboración tengo muy claro cual va a ser el enfoque. Tenía muy claro que quería hablar sobre estas tres palabras que dan título al post.
Tres palabras mágicas
Quería contar como estas tres palabras mágicas, dichas en el momento oportuno son capaces de remover y cambiar el rumbo de los acontecimientos. Así nos paso a nosotros. Así me paso a mi con Elena. Y así quiero contároslo para que entendáis desde la realidad de nuestra propia experiencia como lo vivimos. Recuerdo perfectamente el momento en que envié a Elena un whatsapp pidiéndole que asistiera como ponente a un evento que yo estaba organizando en Málaga. Recuerdo como le dije que tenía muy claro que quería que fuera ella, porque creía al 100% en lo que hacía y quería que lo compartiera con nuestro público. Lo que ocurrió después lo contaba ella en un maravilloso post que escribió sobre Málaga Emplea y que puedes leer aquí 😉
Creo en ti
Fue en esos momentos cuando entendí lo importante de expresar a los demás aquello que sentimos y lo que nos remueven por dentro, como elemento de transformación y desarrollo personal. Fue ahí, cuando entendí, el potencial que podemos desatar pronunciando esas palabras y siendo consecuente con ellas.
Perdonadme si en ocasiones este post resulta autobiográfico, pero no encuentro otra manera de expresar el contenido de mejor manera. De hecho debo confesar que nunca se me ha dado bien eso de expresar sentimientos, así que mucho menos ayudar a que los demás lo reconozcan. No es quizás hasta la edad adulta cuando comienzo a relacionarme de manera más cercana con las emociones. Una infancia y una educación donde ese tipo de situaciones no eran habituales hacen que te vuelvas un poco hermético. Pero nada que los años y rodearte de las personas adecuadas no puedan solucionar. Durante demasiado tiempo he visto como éramos incapaces de reconocer en nosotros y en los demás, todo ese potencial que llevamos dentro, toda esa luz que somos capaces de dar al mundo.
Esa capacidad de apostar por el otro
¿Te has parado a pensar alguna vez cuanto talento dejamos escapar, cuanto amor dejamos de dar o cuántos momentos dejamos de vivir por no ser capaces de demostrar a los demás que aunque parezca imposible, que aunque todo esté en contra, nosotros vamos a creer en ellos? Es precisamente en esa capacidad de creer en los demás donde radica lo maravilloso de las relaciones humanas. En esa capacidad de apostar por el otro y mostrarle cosas que ni el mismo puede ver pero que nosotros, quizás por mirar desde fuera, somos capaces de observar.
Cuando impulsas el brillo de los demás, sin duda, tu también brillas
Y lo más emocionante de todo esto es que cuando pronunciamos estas palabras no solo crece y se hace más inmensa la persona que las recibe sino que también son una vía para el desarrollo personal y profesional de los que nos atrevemos a pronunciarlas. Sin duda hay que ser muy valiente para dar determinados pasos, pero no menos valiente para ayudar a que otros los den. Cuando alguien de nuestro entorno brilla, gracias en parte a ese empujón que le has dado, de manera irremediable también brillas. Desde otro lugar, con otros matices, pero sin duda, también brillas.
Somos las 5 personas con las que más nos relacionamos
Dicen los estudios que somos el resultado de las 5 personas con las que más nos relacionamos e interactuamos. Ser capaces de que sean personas que suman, personas que aportan, personas que nos dan confianza, personas que incluso creen en nosotros más que nosotros mismos, personas capaces de ver la luz en nuestras sombras, es donde sin lugar a dudas radica el éxito para convertirnos en nuestra mejor versión.
¿Comenzamos a creer en los demás?
Y ojo, con esto no quiero decir que pequemos de imprudentes y vayamos regalando “creo en ti” a todo el que nos encontramos. Hacerlo así, sería contraproducente y negativo. Estas 3 palabras y todo lo que significan deben ser la recompensa a la labor, dedicación, esfuerzo, constancia y superación, nunca un placebo para limpiar conciencias.
Y ahora, ¿comenzamos a apostar y creer en los demás y les ayudamos a desplegar todo su potencial?
Es imposible que no lo sigas, pero por si acaso aquí tienes su web: www.alexdurana.com
GRACIAS
Qué fuerza tienes. Te he conocido en EKhuelva2018. Estoy encantada de que compartas con tanta ilusión tus conocimientos y experiencias. Gracias
Ay que bien Juana!!! Que alegría que te hayas pasado por aquí!! Estamos en contacto, un abrazo!!